¿No os parece monísima esta foto?
Estoy aquí debatiendome entre la vida y la muerte... Ir al gimnasio, o no. Es cierto que debería ir porque me he comido un buen trozo de bizcocho hecho por la abuela de mi gran amiga Carmen (todo comenzó porque el lunes o el domingo, no recuerdo bien el día, pasé por la noche a hacerle una visita y a las 11 de la noche me comí un trozo de bizcocho de su abuela. Pues bien, al día siguiente Carmen me avisó de que tenía una sorpresa: su abuela me había preparado un bizcocho para mi sola). Así que, a pesar de mi conciencia, cada día tomo un trozo del pastel que su adorada abuela me ha preparado con tanto amor y cariño, aunque eso sí, lo acompaño con un café con leche desnatada rociado de edulcorante líquido, que tiene cero calorías y es uno de los grandes inventos del siglo XXI.
Mientras, mi madre me grita que tengo que ir al banco a pedir el número de cuenta para hacer el ingreso de un dinerito que gané haciendo un trabajo de figuración para un anuncio de Telepizza en el que salgo chillando cual fan de Ricky Martin allá en los años 90. En realidad hacíamos de fans de los 80. Me planté una chaqueta con las hombreras más grandes que he visto en mi vida (del cual todo el equipo de producción se enamoró) y unos leggings de leopardo, y olé. Bueno, la verdad es que ahora han modificado el anuncio y ya no salgo, pero que se le va a hacer. Me da tanta pereza ir al banco con los leggings y las pintas del gimnasio... Aunque yo creo que no lo hago porque sino me voy a Zara o a H&M a pulirmelo todo, o a Bershka, que he fichado una falda larga muy mona.
Y de fondo tengo la televisión, donde unas inglesas (todas rubias) hablan de que el vestido de Kate (y no Catherine, que no sé si sabéis, ha discutido con el príncipe Carlos porque ella quiere ser Kate y no Catherine, et point) será de McQueen. Pues a lo mejor si, por Twitter rulaban también comentarios que afirmarían esto. Y también dicen que lo ha diseñado ella, que estudió diseño de moda (¿?). Ya lo veremos mañana, estoy por saltarme la última hora de clase para ver la boda...
Y más cosas que tengo en la cabeza, que me voy a poner mañana por la noche... Ay Dios, que pereza. Lo peor es que tengo como cuatro o cinco pares de tacones preciosos, pero solo sé andar con unos botines azules que siempre combino como me da la gana porque ando genial con ellos. Yo creo que hasta en verano me los voy a poner y me va a dar igual. Y la semana que viene salgo el viernes y el sábado y tengo que pensar también que me voy a poner. Decidido: mañana me voy a mirar unos tacones nuevos y cómodos. Aunque claro, me compraré unos tacones altísimos e incomodísimos después de rogarle a mi madre que me los compre diciéndole "que si mamá, que son súper monos y me los voy a poner un montón", y ahí se quedarán, me los pondré un día y rescataré mis adorados botines azules. En fin...
Bueno os dejo, que a final me voy al gimnasio. Y luego a estudiar todo el día, que los exámenes se avecinan.
Pa.
1 comentario:
Me encanta como escribes!
No te piedo de vista!
LA
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